jueves, 29 de julio de 2010

La puntilla

A veces digo, medio en broma, medio en serio, que mi religión es vegetarianismo no practicante. Me gustaría, pero aunque lo he intentado, la carne me tira y la mía es débil, la carne llama a la carne. Y lo intento porque me gustaría evitar el sufrimiento a los animales destinados a mi cuota de alimentación. En mi dicotomía, me debato entre la naturaleza humana y consumista omnívora, el hedonismo, la autoindulgencia y la empatía hacia otros seres vivos.

Y contra la costumbre, también. Supone un esfuerzo y necesita una gran convicción cambiar algo tan interiorizado. Cuesta, y quizá no lo consiga nunca.

Quienes sí lo han conseguido, por diversos motivos, son los que entregaron las firmas necesarias para modificar la Ley de Protección de Animales catalana, y en un año y medio, aproximadamente, no se podrá dar muerte a un toro en un ¿espectáculo? taurino.

Sin entrar al trapo (:P) en el tema, algunos apuntes:

- La tradición no es un argumento válido. El “siempre se ha hecho así” no justifica que se continúe haciendo de la misma manera si las circunstancias cambian o se demuestra equivocado. En otras épocas también ha sido tradición, por ejemplo, tener esclavos o, sin irnos tan lejos, las dotes o los matrimonios acordados por los padres.

- Coincido con que hay otras actividades que también supone un sufrimiento para un animal. No comparto que se intentara utilizar para evitar la prohibición, sino que tendría que ser al contrario, para ampliarla. No es posible alegar discriminación cuando se pretende igualdad en la injusticia, bajar el rasero en lugar de subirlo.

- No coincido con el razonamiento de que no hacía falta ya que cada vez hay menos abonados y afición en Catalunya y que tarde o temprano habría desaparecido por muerte natural. Hay cosas que no pueden alargarse hasta ese punto. Y si no, que se lo digan a quienes tuvieron que esperar hasta el 20 de noviembre de 1975.

miércoles, 28 de julio de 2010

Más sobre el despido



Es noticia (arrinconada en una esquina) que se proponen nuevas causas de despido objetivo en la tramitación parlamentaria: existencia de pérdidas, disminución relevante de los beneficios y falta persistente de liquidez.

Aparte de la dudosa seguridad jurídica que proporcionan términos tales como “relevante” (sobresaliente, importante) o “persistente” (constante, duradero), que a falta de otra concreción tendrá que ser determinado por juez o por jurisprudencia, y confesando mis escasos conocimientos en el tema, me parece que la creatividad contable va a estar a la orden del día.

Para muestra, un botón: la nueva junta directiva del F. C. Barcelona ha encontrado pérdidas donde antes se presentaban beneficios. Y ya podrían acogerse a un despido objetivo. El misterio de los números…


http://sincriterio-blog.blogspot.com/2010/06/abaratar-el-despido-que-despido.html

Tomar partido


Yo creía, en mi ingenuidad, que la política se correspondía con la función de manejar el gobierno del Estado u otros organismos territoriales, con la gestión de los asuntos públicos. Que quien se dedicaba, o aspiraba a dedicarse a la política lo hacía porque tenía una idea de cómo tenía que ser el país y quería llevarlo a cabo. Que era una persona con vocación de servicio público, aunque de paso tuviera una remuneración para poderse dedicar a ello.

Ya no lo creo.

Haberlos, debe de haberlos todavía. Pero yo diría que no están donde deberían estar. En su lugar hay unos teleñecos que votan lo que les dice el partido, que hacen, se mueven y hablan según les dice el partido, esa entelequia formada por quién sabe quienes y cuyos intereses no tienen por qué coincidir con lo que antaño se hubiera llamado el bien común. Hoy, la excepción es que no se aplique la disciplina de voto, y supone la adopción de medidas disciplinarias si se vota en contra de las consignas. De inicio, no me parece muy democrático el que uno/s decidan lo que han de votar todos, aparte de que contradice la sacrosanta Constitución, que establece en su artículo 6 que la estructura interna y el funcionamiento de los partidos políticos han de ser democráticos.

Es más, por el precio de unos pocos sueldos (¿cuántos partidos habrá ahora con representación, 5, 10?) nos ahorrábamos al resto de diputad@s / senador@s / concejal@s y seres de análogo cargo y sus respectivos sueldos, dietas y gastos de difícil justificación. Si es necesario y siendo generosos, en casos puntuales en los que necesitasen claca (debate sobre el estado de la nación, por ejemplo, cosa más aburrida, previsible e innecesaria), se podrían contratar figurantes que siguiesen fielmente las consignas y aplaudieran, patalearan o abuchearan según convenga. Es más, hasta un técnico con un abanico de efectos sonoros podría hacer el apaño, que estamos en crisis.

Crisis política, también. Aunque parece que no se hayan enterado.

jueves, 22 de julio de 2010

Palabrería comparada: Magnate - Mangante


Magnate: personaje ilustre y principal por su cargo y poder

Mangante: Que manga (hurta); sablista; persona despreciable sin oficio ni beneficio.


Qué fina la línea entre una y otra, una n desdoblada y recolocada, un prestigio que se echa por tierra por una degradación de uso a abuso...

viernes, 16 de julio de 2010

Palabrería comparada: Patrocionio - Latrocinio


Patrocinio: de la definición clásica de "Amparo, protección, auxilio" (santos patronos), ha evolucionado, al más aséptico “Acción y efecto de patrocinar”, ya sea por acción de las tendencias laicistas o por efecto del mercantilismo que todo lo invade. Y patrocinar es ahora tanto “defender, proteger, amparar, favorecer”, como “apoyar o financiar una actividad frecuentemente con fines publicitarios”. Lo que decía de la omnipresencia del dinero, poderoso caballero.

Latrocinio: se define como “acción propia de un ladrón o de quien defrauda a alguien gravemente”.

Y, sin embargo, cada día me extraña menos que de una a otra vaya sólo una letra.

martes, 13 de julio de 2010

Oportunidades

Leo que es una tendencia generacional el buscar la felicidad como la mejor vida posible. Ya no se define por algo, un objetivo, una sensación, que quieres alcanzar o poseer, sino por el proceso, aprovechar tu tiempo, tus oportunidades al máximo. La felicidad también es relativa.

Hace unos siglos la felicidad podía ser tener suficiente para vivir, felicidad de subsistencia. Actualmente, y suponiendo que tienes las necesidades básicas cubiertas, es estar lo mejor que puedas estar en función de tus circunstancias, no lo que consigas, lo que tengas, sino cómo lo logras, la felicidad es el camino. ¿Y si lo desaprovechas? Las oportunidades pasan y raras veces están ahí esperándote. ¿Apreciamos una oportunidad cuando la vemos? ¿Somos valientes y arriesgamos lo que sea necesario porque vemos el valor de lo que podemos conseguir? ¿Se mide el valor por lo que puedes ganar o por lo que puedes perder o por un balance entre ambos? ¿Y si la oportunidad es dejar pasar la oportunidad porque hay otra mejor esperando detrás?

No hay marcha atrás, volver a empezar, siempre me ha hecho mucha gracia esa frase. No se puede volver a empezar, como mucho puedes seguir adelante por ese u otro camino. Dejando una oportunidad, tomando otra, quizá. Y, lo malo, es que el balance lo podrás hacer al final, cuando ya no solo no hay marcha atrás, sino tampoco adelante.

Corifeo

1. m. Persona que es seguida de otras en una opinión, ideología o partido.

2. m. Seguidor, partidario. U. m. en pl.

3. m. En las tragedias griegas, director del coro.

Si inventáramos una traducción alternativa quizá sería el feo del coro, o feo de corazón. De todas maneras, me cuesta que la misma palabra en singular sea un líder y en plurar una masa de seguidores...

lunes, 5 de julio de 2010

Agosticidad

Agravante en las conductas que se realizan durante el periodo de vacaciones, presuntamente para suscitar menor protesta de los perjudicados. Especialmente si se trata de actividades de la Administración, debido a su carácter polémico o impopular.

Suele utilizarse con la coletilla "y alevosía", y en menor medida, con "premeditación" completando la tríada.

No está reconocido por la RAE.

viernes, 2 de julio de 2010

Pareidolia

El otro día me tropecé por casualidad con esta palabra, ya no recuerdo dónde. No consta registrada como tal en http://www.rae.es/, estará pendiente de que la limpien y le den brillo y esplendor, pero sí que hay artículos al respecto.

Dícese del fenómeno psicológico de la percepción (no necesariamente patológico, no son alucinaciones) que provoca ver figuras reconocibles a partir de una serie de estímulos vagos no estructurados. Para entendernos, es ver al Che Guevara en una nube, o a la Virgen Maria en las manchas de una pared, aunque en este último caso puede denominarse con un nombre específico, hierofanía (acto de manifestación de lo sagrado en el mundo material). No está limitado al sentido de la vista, también se incluyen las psicofonías, las palabras que se creen entender en una grabación en un caserón abandonado, por ejemplo.

Es una cuestión de percepción, los estímulos visuales o auditivos existen realmente, pero el sujeto que lo percibe toma los elementos caóticos y los relaciona en una estructura familiar que no tiene realmente. Por ejemplo, algunas rocas desde un punto de vista determinado, las relacionamos con imágenes que conocemos previamente, como S'Indiot, en Menorca.


Pero, ¿cuál es la causa? Segun una teoría, es un rasgo potenciado por la evolución. Se ha estudiado la capacidad humana de reconocer caras desde temprana edad, y se deduce que los bebés con esta capacidad eran más atractivos para los padres y por tanto, tenían más posibilidades de sobrevivir y trasmitir esta característica.

http://www.escepticospr.com/Archivos/imagenes.htm

Este fenómeno pone de manifiesto el hábito humano de buscar lo conocido en lo desconocido, la tendencia del cerebro de encontrar un sentido al mundo que nos rodea, que nos gusta pensar que alguien, en alguna parte, tiene un plan.