viernes, 23 de diciembre de 2011

Cambios

Hace poco escuché que lo único estable era el cambio, todo cambia, y oponerse al cambio era una lucha inútil, vana, dificultosa, condenada al fracaso.

Hay cosas que no quiero que cambien. Hay personas que no quiero que se marchen de mi vida. Pero entiendo que no puedo hacer nada contra ello.

Intento ser una roca, luchando por permanecer, y quizá debería ser una hoja al viento. Quizá la roca acabe quebrándose.

Quizá no debería insistir si no hay nada que hacer. Igual no son importantes los por qué ni los cómo, sino la oportunidad de crecer. Quizá ya no crezca más y deba aceptarlo y aceptarme.

Pero sigo sin poder conformarme.

Y aunque hoy grite y patalee y me niegue, las cosas cambian a mi pesar. Mañana puede ser que se me olvide y tropiece nuevamente con la misma piedra. Pero un día quizá, sólo quizá, ya no esté aquí. Y entonces me dará igual que me recuerdes o no, que me busques o no, que te lamentes o no. Y entonces, estaré volando al viento.