domingo, 29 de mayo de 2011

Excusas válidas

El fútbol, que gane o pierda nuestro equipo. Un comentario sobre una película que sé que te gustaría ver. Tropezar con un libro que me comentaste que no podías dejar de leer. Encontrarme con un amigo común. Un anuncio de ropa que te sentaría genial. Publicidad de un viaje que me hubiera gustado hacer juntos. Pasar por el café en el que quedábamos a veces. Un mail. Viejas fotos.

Y, sin venir a cuento, te recuerdo.

sábado, 14 de mayo de 2011

Previsión

Hay que estar preparado para cualquier eventualidad, incluso para que no sucedan. Pero es laborioso y a veces te lleva a pensar que quizá la posibilidad del éxito no valga la pena el esfuerzo. Esperar lo mejor y prepararse para lo peor puede ser demasiado complicado así que, tras algunas tentativas descorazonadoras, te limitas a esperar lo peor y hacer lo que buenamente puedas para salvar los trastos.

Si un plan parece demasiado bueno para ser cierto, posiblemente no lo sea.

Vale, vuelvo a ver la copa medio vacía. Prometo no tardar en vaciarla del todo...

Satélites

Te observo a la distancia cómo avanzas y juego a mantener tu paso, sin acercarme, sin alejarme. Decides, te arriesgas, evolucionas, aciertes o no. Cambias, sin tener en cuenta que me haces cambiar en tu estela. Te miro, como se mira a través de la ventana, como se observa la actividad en la platina del microscopio. No critico, no evalúo. Observo pasivamente cómo actúas de catalizador, viviendo por poderes. Y te sigo.

Pero a veces me recorre en un escalofrío el impulso de saltar al otro lado del espejo, de pararte y que tengas que ser tú quien me siga a dónde yo decida lanzar los dados, o perderte, gane o pierda. Respirar autónomamente. Aunque no sé siquiera si percibirías que ya no sigo siendo tu satélite.

Y mientras tanto, espero y pasa el tiempo y muero poco a poco.