martes, 5 de octubre de 2010

El pasajero accidental

Coincidimos en un viaje. Aprovechó que mi trayecto pasaba cerca de su destino y compartimos gastos. No nos conocíamos personalmente, pero los dos habíamos oído hablar del otro. Fueron unas cuantas horas y aunque ahora supongo que optamos por llenar el silencio, entonces pensé que eso podría ser el inicio de una bonita amistad. A medida que los días se desgranan se queda en un cruce de caminos.

Buen viaje.

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