Casualidades

¿Qué hace que relacionemos dos hechos? Ayer leía un libro en el que se hace referencia a la invasión japonesa de la ciudad china de Nanking, y hoy veo que se estrena la película "Ciudad de vida y muerte" sobre los mismos hechos. La semana pasada me comentaban que se habían paseado por las Ramblas sin encontrar la portería donde se había rodado REC, y al día siguiente aparece en un artículo de un periódico (está en el núm. 34, por si hay alguien interesad@). Y hace un par de meses, curioseando por la Web, fui a parar a un artículo sobre un personaje que poco después me encuentro en otro libro.

¿Casualidades?

Según la definición, una casualidad es una combinación de circunstancias que no se puede prever ni evitar. Entenderé prever en el sentido escricto de prever (tener indicios de lo que va a suceder) y evitar en el sentido estricto de evitar (impedir que suceda) y desde un punto de vista de actuación subjetiva, no caigamos en predicciones pitonísicas ni en una eterna concatenación de "y si". En ese caso, podría entender que es una casualidad el que al cruzar la calle vea un billete de 10€ en el suelo justo en el momento en el que yo pasaba, para no poner ejemplos negativos o catastrofistas.

Sin embargo, lo que consideramos casualidades tienen siempre un punto común, y es que a la persona a la que le sucede le parecen hechos conectados por un motivo u otro, desde un punto de vista subjetivo. Es cierto que existe, normalmente, algo objetivo que los conecta, y un plazo de tiempo relativamente corto que hace que percibamos esa conexión, pero si no los conectáramos a través de nuestra experiencia objetiva, serían hechos independientes y aislados.

Quizá, simplemente, buscamos rastros que nos haga creer que alguien, en algún lado, tenía un plan.